lunes, 9 de abril de 2018

HOMENAJE AL MAESTRO ABREU


José Antonio Abreu,  constructor de sueños, que permitió ver el arte de la música como una ventana para despertar la creatividad y así hacer crecer la sensibilidad del ser humano, rescatando a muchos de situaciones negativas en el desarrollo de su vida. 

Este músico venezolano llevó a cabo una tarea que destaca el horizonte pedagógico, y se inserta en el rescate y formación de la juventud venezolana y latinoamericana.

El maestro Abreu su energía y vocación de servicio al país, su inquietud y rebeldía frente a los fenómenos de desequilibrio social fue lo que le impulsó, a partir de mediados de los años 70  a crear un proyecto en el que pudiera canalizar sus inquietudes.

Crea la Fundación donde da vida a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, la cual recorrió el mundo con grandes reconocimientos, el conservatorio comienza a ser vida de grandes voces y estudiantes que resultaron personajes importante en la cultura musical.
El más destacado en la actualidad es Gustavo Dudamel, que ha realizado una carrera como director extraordinaria, con galardones a nivel mundial.

Referir las condecoraciones, premios,  reconocimientos  en el mundo que recibió José Antonio Abreu por su creación del sistema de orquesta, por las obras a través de este proyecto es innumerable. Muchos países han copiado en parte este sistema ya que demostró los beneficios que da en el crecimiento de cualidades humanas para las generaciones venideras, aportando una vía de hacer crecer a seres humanos con altos valores morales, sensibilidad y estética hacia lo que le rodea. 

El 24 de marzo falleció y en su país natal Venezuela se unieron 10.701 músicos, en Caracas para ofrecer un concierto en homenaje al  José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, las voces , la ejecución y dirección fue magistral mostrando los frutos que deja por ese hermoso proyecto.

Los músicos, niños y jóvenes en su gran mayoría, pertenecen al llamado Sistema que creó Abreu en la década de los setenta del siglo pasado y que fue creciendo a lo largo de 43 años hasta sumar hoy a su miembro un millón.

¡Hasta siempre Maestro! tu sueño fue cumplido y la trascendencia permanecerá por mucho tiempo.  
 

jueves, 8 de marzo de 2018

FEMINISMOS DESDE ABYA YALA



Líneas del pensamiento feminista indígena
Por: Francesca Gargallo
Septiembre de 2012

Ya había finalizado la redacción de Feminismos desde Abya Yala, cuando me encontré con el artículo de la lingüista mixe Yásnaya Aguilar, quien afirmaba, el 4 de julio de 2012 en la revista Este País, que: “El “otro” se crea a partir de establecer una diferencia generadora”. Es decir, el otro no existe en sí, es necesario que se le construya otrizándolo, categorizándolo como alguien uniforme y homogéneo, desvinculado de la individualidad y al que no se pregunta si se considera una unidad con todos los otros otrizados.
 
Yásnaya Aguilar, agregaba: “En el caso de los pueblos indígenas, el hecho de que constituyamos un “otro” uniforme y homogéneo para la mayoría de la población mexicana sorprende, por decir, lo menos; sobre todo, considerando que formamos parte del mismo estado-nación, que llevamos una convivencia de cinco siglos y que, además de todo, en el discurso se habla con orgullo del mestizaje físico y cultural de nuestro país. En este caso no hay distancia geográfica que valga para justificar la homogenización que se hace del mundo indígena. La nulificación de nuestras complejidades y diferencias sólo evidencia que, a pesar del tiempo y la mutua convivencia, aún no establecemos una relación realmente verdadera y de iguales que propicie un conocimiento profundo y un intercambio intenso.”

Perdónenme una cita tan larga, pero corresponde a lo que quise visibilizar desde los más remotos orígenes de este libro (es decir, desde cuando sólo fantaseaba con la posibilidad de escribirlo y me carteaba con la poeta queqchí Maya Cu para entender los orígenes históricos y las consecuencias cotidianas del racismo y el sexismo americanos). Quería con ello mostrar la discriminación implícita en los modos de categorizar, definir y demarcar la importancia de una idea o una acción aprendidas en nuestras universidades, muchas veces públicas, cuando no progresistas.
 
Ser el otro equivale a ser una minoría, no numérica sino ideológica. Ser alguien minorizado, disminuido, definido. Alguien borroso, siempre igual a sí mismo, desprovisto de presente porque excluido de la historia activa y reconocible.

Como feminista, el otro es alguien que me interesa porque es yo. Es-soy alguien que tiene una identidad negada a partir de que se le niegan la lengua, la historia, los intereses, las diferencias.

Mención Honorífica del Premio Libertador
al Pensamiento Crítico,Venezuela,2013
 
Como dice Julieta Paredes, todas las sociedades olvidan con mucha facilidad que están compuestas por un 50% de mujeres y que, por lo tanto, las mujeres no pueden ser sus otras, pues son sus constituyentes.

 Las mujeres somos el 50% de todas las sociedades, también aquellas que son otrizadas desde una sociedad hegemónica que se ve obligada a aceptar que hoy en su seno las mujeres han generado un pensamiento crítico a la organización desigual de los poderes entre hombres y mujeres, en beneficio de los primeros. Es decir, sociedades otrizadas por una sociedad que ha sabido generar un feminismo como teoría política de las mujeres para su liberación. Feminismo que, desgraciadamente, respondiendo a la organización hegemónica de su sociedad, asume que su pensamiento es el único válido y tiende a imponer sus puntos de vista a las mujeres de otras sociedades, con sus propias historias y formas de organización.

Este es un libro que responde a un deseo de reacomodo entre mujeres, aceptando diversos planteamientos políticos para su liberación y reconociendo intereses, prioridades, formas diversas de construcción de la propia autonomía.

Para ello tuve que aprender a dialogar, es decir, a escuchar.

Escuchar es una práctica política pocas veces reconocida, al punto que en ocasiones es tildada de pasiva. No obstante, es la primera forma de conocer la realidad de quien me está hablando.

Por años el feminismo occidental, que hoy ha logrado espacios de institucionalización significativos, no ha escuchado sino las demandas de las mujeres que viven y se quieren liberar dentro de un sistema de género binario y excluyente, que organiza de igual forma sus saberes y su economía de mercado. Por lo tanto, cuando se dirige a las mujeres de otras sociedades, las pretende educar según los parámetros normativos del propio sistema, sin escuchar sus demandas, sin conocer su historia de lucha, sin reconocer validez a sus ideas. Organiza “escuelas de líderes” sin darse cuenta que la misma idea de liderazgo pone en crisis la identidad política de mujeres que se piensan colectivamente, siendo capaces de aportes individuales que se socializan. Propone la igualdad con el hombre, cuando en procesos duales no binarios, la igualdad no es un principio rector de la organización política que las mujeres reclamen. Se crispa ante la idea de una complementariedad múltiple, que las feministas de muchos pueblos estudian para volver a verse como constructoras de una historia no blanca ni blanquizada de América, donde ni las mujeres ante los hombres, ni su pueblo ante el estado-nación que lo contiene, vivan subordinación alguna, sino sean interactuantes en la construcción histórica de su bienestar.

Feminismos desde Abya Yala no es sino un primer paso hacia la escucha de las ideas que se producen desde sistemas políticos y teorías del conocimiento no occidentales por feministas que hablan una de las 607 lenguas de Nuestra América –se llamen así o no, pues asumo, como los hacen las feministas comunitarias xinkas y aymaras, que toda política de las mujeres en beneficio de una mejor vida para las mujeres puede traducirse al castellano como “feminismo”.
Agradezco infinitamente la apertura y la voluntad de comprensión de muchas intelectuales de diferentes pueblos que, a pesar de la cerrazón del sistema educativo que me ha formado, han aceptado hablar conmigo, darme a conocer sus teorías políticas, dejarme convivir con ellas en sus comunidades y compartir sueños. Han demostrado una madurez que todavía le falta a la academia y a los movimientos políticos blancos y blanquizados.

Agradezco las correcciones y aclaraciones que recibí después de la primera redacción de este libro, aunque algunas de ellas en un principio hirieron mi amor propio.

Agradezco a la tierra, el viento, el agua, el fuego que me acompañaron mientras me lancé a los caminos que me conducían al sur desde México, la tierra que me ha acogido hace 32 años.

Y agradezco a muchas feministas autónomas, críticas y en marcha hacia la despatriarcalización y descolonización de Nuestra América, que desde la Academia y el accionar entre mujeres me ayudaron a no perder el rumbo de la reflexión sobre las formas posibles de liberación política, sexual, educativa, económica, artística de las mujeres en sociedades que queremos más justas para todas y todos.

viernes, 2 de marzo de 2018

Nombre originario "KEREPAKUPAI MERÚ"




Saber los verdaderos orígenes y nombres de tan hermosas formaciones existentes en la República Bolivariana de Venezuela, hace afianzar las raíces ancestrales que poseemos, en esta oportunidad conozcamos los antecedentes originarios del mal llamado salto ángel cuyo nombre de origen es "Kerepakupai Merú".

Este salto como se sabe, es la caída de agua más alta del mundo, 960 metros de altura desprendiéndose desde lo alto de la montaña. La cima del tepuy, de unos 700 kilómetros cuadrados, es surcada por cerca de 30 ríos que se forman sobre la corona del Ayantepuy.
Los pemones llamaban Yauyán o Montaña del Diablo a esta montaña, de donde proviene el nombre Auyantepuy, geológicamente conformada por rocas muy antiguas, que son sorprendentes, bellas, mágicas, misteriosas, este tipo no se encuentran en ninguna parte del mundo.  

Además, se encuentra un documento (croquis o mapa) realizado por el oficial de la marina venezolana llamado Ernesto Sánchez La Cruz, cuya data es anterior también a la del “descubrimiento” de Jimmy Ángel.


Sánchez La Cruz fue conducido por indígenas de la etnia pemón hasta el salto al que llamaban "Kerepakupai Merú" que en su lengua pemona significa "salto del lugar más profundo". Estos documentos fueron entregados a unos particulares. Sólo fue en el año 1.935 cuando un señor de nombre Cattaneo Quintín emprendió una investigación acerca de esta zona explorada por Sánchez La Cruz y logró conseguir el famoso croquis que demuestra también que Jimmy Ángel no descubrió esa cascada.

Existe evidencia no muy bien documentada que otros venezolanos estuvieron en el lugar. Entre estos venezolanos se mencionan a José Berti, a Simón Moreno, a un General de apellido Salas, a Cayetano García y muchos otros más, la mayoría de ellos eran mineros o exploradores que buscaban el famoso balatá.

O sea, que el descubrimiento del salto más alto del mundo es uno de los secretos peor guardados del mundo. Resulta evidente que si el nombre de Ángel se le atribuyó a este salto por ser el aventurero gringo, el presunto descubridor, resulta evidente que es una farsa a la que no podemos seguirle rindiendo pleitesía. 

El verdadero nombre indígena del salto en la lengua de sus habitantes ancestrales es Kerepakupai Merú, pero generalmente se le confunde con otro salto llamado Churún Merú. Hemos señalado que el Auyantepuy es cruzado por muchos ríos, la mayoría de los cuales son afluentes del río Churún, que forma el salto en cuestión, que se encuentra ubicado al final del Cañón del Diablo y tiene una altura bastante considerable, de unos 400 metros y registrado entre los 20 saltos de agua más altos del mundo, pero la impresionante caída del Kerepakupai Merú opaca la presencia de este salto. Estos datos e informaciones son fácilmente verificables “in situ”.


Datos e investigación realizada por: Omar Montilla

NUEVA PUBLICACIÓN

UN CONTAMINANTE: EL RUIDO

El ruido, dentro de algunas definiciones, determina a todo sonido no deseado que altera el bienestar en el ser humano. En las ciudades muy p...