Es distintas partes del
mundo, mientras escribo estas lineas están muriendo seres humanos, producto de
los deterioros de un sistema que sólo durante mucho tiempo ha desarrollado
escuelas para el asesinato, el crimen, la violencia, el odio,en una palabra la
muerte. Agonía, tribulación para aquellos que amamos la vida.
En Venezuela se inicio un
proceso por la equidad y justicia, que en su momento se encuentra en una
constante controversia entre aquellos que apuestan que todo debe continuar como
antes y los que trabajamos por un mundo más humanitario acompañado con todos
sus sinónimos.
La historia nos señala que
nunca es de la misma manera aquellas transformaciones, varian los contextos,
los protagonistas, los hechos, esto hace que sea diferente.
Los antítesis producto de su
formación basada en el terror al verse acorralados por su torpe accionar,
recurre a la siembra del miedo, generando caos.
Se conforman estratégias, cada fuerza según sus convicciones, no existe
dialéctica, ya que los absolutos y amos del valle no utilizan este canal,
quizás incapacidad o metodología del juego.
Lo real es que hoy se
produce constantes acciones que afectan a individuos, familias, comunidades,
organizaciones donde todos pierden, no existen ganadores.
Las noticias van y vienen,
los que apostamos a la vida nos afianzamos en nuestras herramientas para
sostener esa vida, tales como la poesía, la música, la pintura, el buen humor,
la sonrisa y toda la creatividad, con la valentía que este momento requiere.
No existe en nuestra mente
otra cosa sino el avance hacia reformas que ayuden un mejor vivir, sostenernos
con creatividad, sin pausa llenos de aliento fraterno para nutrirnos unos a
otros, pulsando la nueva etapa más próxima, de lo que anhelamos.
Apostamos vida.