Durante su tiempo en Estados
Unidos, Paramahansa Yogananda realizó muchas conferencias, sus seguidores
copilaron las mismas, dando la connotación a estas charlas “Cómo percibir a
Dios en la vida diaria”. Esa selección nos guía, nos nutre y llena de luz. Un
camino hacia el verdadero encuentro, que es infinito y sólo las experiencias, que es
nuestro andar, nos fortalecerán o giraremos en la rueda, regresando al mismo
lugar. ¡Cuántos no lo hemos hecho! Pues la prueba la asumimos desde nuestro
consciencia inferior. Nada fácil, pero no es imposible, así nos repiten
nuestros guías espirituales.
La sutileza del maestro Yogananda, como manifestaba las
verdades de la vida eran llenas de un amor infinito. En su relato, cuando fue
develado su destino, fueron muchas las reacciones, aquí nos narra en esta
charla su experiencia, titulada: “El
poder infinito de Dios te sustenta”
“En
un principio, yo era reacio a convertirme en maestro las implicaciones de esta
función me asustaban. Un maestro debe ser un amortiguador de choques: en el
momento en que se perturba, ya no puede prestar ayuda quienes buscan su
auxilio. Un maestro auténtico tiene que amar a todo el mundo, tienen que
comprender a la humanidad y conocer a Dios. Pero, cuando Sri Yukteswar(1) me
dijo que el papel que yo habría de desempeñar en esta vida sería de un maestro,
invoqué el poder infinito del Señor para que me sustentara. Cuando comencé a
dar conferencias, decidí hablar, no según los conocimientos adquiridos en
libros, sino por inspiración interior, con la convicción de que respaldando mis
palabras estaba el inagotable Poder Creativo. También he utilizado ese Poder en
otras actividades para ayudar a la gente…
Haz
las cosas pequeñas de manera extraordinaria, sé el mejor en tu campo de
actividad, no permitas que tu vida transcurra de manera mediocre, haz algo que
nadie haya hecho, algo que deslumbre el mundo. Demuestra que el principio
creador divino opera en ti. Adopta, pues la firme determinación de proseguir tu
camino, libre de trabas de los pensamientos limitativos concernientes al
pasado.
Aunque
te veas derrotado cientos de veces,
persiste en tu determinación de que vas a triunfar. La derrota no durará
eternamente. La derrota es una prueba temporal para ti. Naturalmente Dios
quiere hacerte invencible, quiere que pongas en acción la fuerza omnipresente
que hay en ti, a fin de que en el escenario de la vida puedas cumplir el elevado
papel que te fue destinado.”
Paramahansa Yogananda entró
en Mahasamadhi (el abandono definitivo del cuerpo físico, realizado en forma
voluntaria y consciente por un yogui), el 7 de marzo de 1952, en Los Ángeles,
California, luego de haber concluido su discurso en un banquete ofrecido en
honor de S.L. Binay 1k. Sen, Embajador de la India.
El gran maestro universal
demostró, tanto en la vida como en la muerte, el valor del yoga (conjunto de
técnicas científicas utilizadas para alcanzar la comunión con Dios). Semanas
después de su deceso, su rostro inmutable resplandecía con el divino fulgor de
la incorruptibilidad.
El señor Harry T. Lowe,
director del cementerio de "Forest Lawn Memorial Park" de Glendale
(en el cual reposa provisoriamente el cuerpo del Maestro), remitió a
Self-Realization Fellowship una carta certificada ante notario, de la cual se
han extractado los párrafos siguientes:
"La ausencia de
cualquier signo visible de descomposición en el cuerpo de Paramahansa
Yogananda, constituye el caso más extraordinario de nuestra experiencia..,
incluso veinte días después de su fallecimiento, no se apreciaba en su cuerpo
desintegración física alguna... ningún indicio de moho se observaba en su piel,
ni existía desecación visible en sus tejidos...
Este estado de perfecta
conservación de un cuerpo es, hasta donde podemos colegir de acuerdo con los
anales del cementerio, un caso sin precedentes...
"Cuando se recibió el
cuerpo de Yogananda en el cementerio, nuestro personal esperaba observar, a través
de la cubierta de vidrio del féretro, las manifestaciones habituales de la
descomposición física progresiva. Pero nuestro asombro fue creciendo a medida
que transcurrieron los días sin que se produjera ningún cambio visible en el
cuerpo bajo observación... El cuerpo de Yogananda se encontraba aparentemente
en un estado de extraordinaria inmutabilidad... Nunca emanó de él olor alguno a
descomposición... El aspecto físico de Yogananda instantes antes de que se
colocara en su lugar la cubierta de bronce de su féretro, el 27 de marzo, era
exactamente igual al que presentaba el 7 del mismo mes, la noche de su deceso;
se veía tan fresco e incorrupto como entonces. No existía razón alguna para
afirmar, el 27 de marzo, que su cuerpo hubiera sufrido la más mínima
desintegración aparente. Debido a estos motivos, manifestamos nuevamente que el
caso de Paramahansa Yogananda es único en nuestra experiencia”
( (1) Maestro espiritual de Paramahansa
Yogananda.
PARAMAHANSA YOGANANDA (2002) Desarrolla la Capacidad de la
Iniciativa (may 23-1927). Publicaciones Internacionales Self-Realization
Fellowship. Man’s Eternal Quest- Vol .I