viernes, 2 de diciembre de 2022

ÉPOCA DECEMBRINA

Según esta celebración se inició en el siglo XIX proclamado por el Papa Pío IX, a  través de un documento pontificio llamado Bula, donde también declara el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Fue promulgada el 8 de diciembre de 1854, denominada Ineffabilis Deus carta apostólica. Junto con la Pascua, la Navidad es uno de los periodos más importantes del calendario cristiano, y está muy relacionada con otras festividades de esa época decembrina junto con el nacimiento de Jesús, como el Adviento, la fiesta de la Inmaculada Concepción, el día de San Nicolás, el de San Esteban, Año Nuevo y la Epifanía.

El nacimiento de Jesús  se representa en muchos hogares del mundo, la mayoría cristianos, adaptado a la cultura propia de la zona, según la región, para la celebración unos comienzan el 24 de diciembre y otros el 25 de diciembre. Siendo este el último mes del año, se aprovecha para convivir con amigos y familiares en medio de un ambiente festivo que llena las casas de colores, luces, velas, sabores con comidas especiales y aromas típicos de la temporada. La afectividad familiar se refuerza, con encuentros, obsequios, intercambios que dan calidez a los hogares.

Sin embargo a través del tiempo se ha tornado un festín comercial de un apetito voraz del consumismo, compras extremas perdiendo la esencia de la celebración que se centra en la espiritualidad y en algunos en lo religioso.

Los detractores comienzan atacar a la fecha que si no nació Jesús en esa fecha, que las cuentas no dan, en fin todo refleja el hombre y su sórdido pensamiento, desvirtuando la oportunidad de encuentro desde lo más sublime como lo es la espiritualidad. Jesús para el que no le da el apelativo de Dios, deben reconocer lo extraordinario de su enseñanza, ejemplo de muchos y que después de 2.000 años sigue siendo un avatar desde el concepto del hinduismo (dios que desciende a la tierra en su forma mortal). Para otros un gran maestro en el mundo espiritual. 

Reflexionar y quitar caretas lo trasladará a la niñez donde esa celebración en época decembrina, fue lleno de momentos felices y que hoy el llenarse de esos reencuentros nutritivos, de bajar el consumismo y centrarnos en la vivencia humana, nos deja la época decembrina fortaleza, regocijo, júbilo, alegría, armonía que deriva en la paz que todos necesitamos. Felices Fiesta, que la paz acompañe los hogares.

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