Las
naciones deben hacer un balance y comenzar a solucionar sus propias debilidades
y complejos psicológicos.
Comenzar a revisar los procesos mentales, las
sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano, en relación
con el medio ambiente físico y social que lo rodea.
Cada nación debe mejorar
sus circunstancias materiales y de medio ambiente, este anhelo se expresa como
una demanda para obtener belleza, bienestar y cultura, que claman los
habitantes del mundo, por obtener la oportunidad de trabajar en forma creadora.
Los
ojos están fijos en un primer plano, material, científico y tecnológico,
abandonando lo psicológico, intuitivo, crecimiento espiritual, la integración,
las visiones en termino amplio y no de nación, con fusiones que permitan
acrecentar el bien mutuo.
Las
guerras indica la incapacidad de pensar en términos más amplios y expresa
irresponsabilidad, sintomatología del pensar adolescente, o mejor dicho como
riñas por el juguete favorito. Ángulo totalmente egoísta.
Países
que se denominan como libres y más bien es una disciplina autoimpuesta, sintiéndose
superiores, tienden a creer que poseen un idealismo más elevado y una perspectiva
más sana que otras naciones, olvidando que existen muchas en el mundo que
poseen un idealismo tan elevado y tan sano que los suyos, con criterios más
maduros y experimentados con lo que respecta al mundo.
Ninguna
nación puede vivir hoy por sí misma, de hecho tenemos un solo mundo, que como
meta fundamental consiste en lograr correctas relaciones humanas, las naciones
caerán o se mantendrán en la medida que alcancen esta visión. Estamos entrando
en un amplio período experimental, cada estado tiene que estar consciente y
reconocer su escasez, dispuesto a recibir en términos equitativos. Aceptando
las diferencias sin imposición condicionante que asfixien.
Dentro
de los puestos de poder ya no resulta personas recalcitrantes que no son
capaces de vivir el cambio que exige el mundo, donde la visión debe realizarse
de manera amplia, de complementariedad, bajo parámetros equitativos, dejando
atrás individuos que están agresivamente contra grupos porque no trabajan a
favor de ellos, la sumisión, el sometimiento no está dentro de esta
transformación.
Las
correctas relaciones humanas son el único factor que puede con el tiempo y
oportunamente traer armonía y poner fin a estas condiciones caóticas, es por
ello que esa espiritualidad, el cual infinidades de estudiosos del
comportamiento social, señalan como necesario y vital en este proceso, para
erradicar,” las sustancias enfermas” que el sistema impone y repiten
constantemente, llevando al caos día a día este mundo. Nadie es superior a
otro, la forma de subsistir debe como elemento principal sobresalir la complementariedad.
La creatividad,
el ingenio, la intuición son elementos
importantes que sólo se desarrollan espiritualmente y que son tan necesarios en
este período que exige transformación del hombre. Si no se entiende y se toman
acciones, la raza humana perecerá por autodestrucción.