sábado, 27 de febrero de 2016

SONRÍE...viene lo evidente



  “Porque a aquéllos cuyas mentes están en calma,

y cuyas almas han encontrado la armonía,

les espera la paz de Dios como regalo.

Una vez que han conocido su propia alma,

ya están libres del deseo y la pasión.

El sabio que en silencio y en un lugar recogido

 y oscuro revierte su conciencia,

aislando sus sentidos del mundo exterior,

y reposando su vista interior en medio de sus cejas,

deja que su aliento entre y salga de su cuerpo de un modo uniforme;

calmándose de este modo, pone en armonía su mente con su fuerza vital.

Apartando de sí el miedo, el deseo y la pasión,

mantiene su alma en silencio,

antes de alcanzar la libertad final.” Cap: 5, 26-28


Cada día me encuentro más personas con mayor necesidad de descubrir su mundo espiritual, están leyendo, conversando y buscando todo aquello que pueda dar respuesta a ese inicio de exploración.

Si conversas un rato con las personas que están en búsqueda, te das cuenta que su momento no es nada fácil y que vive momentos duros, por diferentes motivos.


 Esto hace que venga a mi memoria alguna de las enseñanzas de los maestros de vida que tuve, decían que es indiscutible que cuando todo es felicidad, tu espíritu esta invisible ante ti, pero cuando lo que te rodea da un bajón, es donde uno comienza a darse cuenta de la razón por el cual está aquí todavía.

Esta gran escuela ubicada en el hermoso planeta Tierra, ocurre lo perfecto, aunque suene a fanatismo, sin embargo a medida que avanzas comprendes que indudablemente, el bajón puede ser tan profundo que casi te sepulta, pero sin embargo, te deja un respiro para que continúes tu aprendizaje.

Los religiosos lo encapsulan en “castigo de Dios”, otros más avanzados lo llaman karma, pero sólo son leyes Universales, al cual nadie escapa. Aquellos que sienten curiosidad por el tema se encuentran lecturas muy interesantes entre ellas El Kibalión. Actualmente muchas de las doctrinas secretas están a disposición de los que quieran.


Para no desviar el tema, da alegría la movilización de almas, evoco las “Fechas Mágicas, Místicas, Únicas”, así  titulé uno de mis escritos en este blog, donde se referían las Almas Despiertas, a momentos en la que recibiríamos energías muy intensas y poderosas, que nos ayudarán a concluir el ciclo de oscuridad, y a sintonizarnos con las nuevas frecuencias de luz y amor para la tierra, como también se abriría portales de activación de las memorias del alma. Si estamos atentos, veremos lo que está ocurriendo.

Muchas veces nos perdemos en la Matrix, pero la luz es visible a los ojos del alma. Aquellos que actuamos para despertar, nos espera mucho que hacer, mucho que observar, escuchar.

Sonríe… el sacro oficio es evidente.


viernes, 19 de febrero de 2016

MANIFESTACIONES

En el día a día y en diferentes lugares del mundo, acurren manifestaciones a través de la Naturaleza, que somos capaces de observar disfrutar, impregnarnos,  agradecer, por poder vivir el movimentum que ocurre, con la velocidad que puede ser captado en el plano físico.

Estas son energías impolutas, manifestaciones para algunos reveladoras de Luz.  Para otros sólo efectos, biológicos, químicos, quizás ópticos y otros ni siquiera perciben dicha expansiones. 

Veamos algunas y disfrutemos de ellas:



Lugar:  Montaña del Waraira Repano- Caracas Venezuela
Fotografías de: Miriam Flores
Expansiones 








    
Lugar: Provincia de Catamarca- Argentina
Fotografías de: Steffy Czepak 
Sol en tres Halos




Lugar:  Parque Los Caobos-Caracas
Fotografías de: Miriam Flores
Arco Iris de una Fuente



PERMITE QUE LA NATURALEZA TE ENSEÑE

miércoles, 10 de febrero de 2016

EL ÁRBOL DEL AMOR

“…He oído contar la historia de un antiguo y majestuoso árbol, cuyas ramas se extendían hacia el cielo. Cuando llegaba la estación de las flores, mariposas de todas las formas, tamaños y colores, bailaban a su alrededor. Las aves de países lejanos venían y cantaban cuando sus flores maduraban en frutos. Las ramas, como manos extendidas, bendecían a todos los que acudían a sentarse bajo su sombra. Un niñito solía venir a jugar junto a él y el gran árbol se encariñó con el pequeño. El amor entre lo grande y lo pequeño es posible, si el grande no es consciente de su grandeza. El árbol no sabía que era grande, solo el hombre tiene ese tipo de ideas. La prioridad de lo grande siempre es el ego, pero para el amor no hay grande o pequeño; el amor abraza a quienquiera que se acerque.

Así, el árbol comenzó a amar a este pequeño que solía venir a jugar cerca de él. Las ramas eran altas, pero las inclinaba hacia el niño, de modo que pudiera coger sus flores y frutos. El amor siempre es reverente; el ego nunca está dispuesto a inclinarse. Si te acercas al ego, sus ramas se estiraran aun más arriba, se pondrá rígido para que no puedas alcanzarlo.

El niño juguetón se acercaba a él, y el árbol inclinaba sus ramas. El árbol se alegraba mucho cuando el niño cogía algunas flores; todo su ser se llenaba con la alegría del amor. El amor siempre está feliz cuando puede dar algo; el ego siempre está contento cuando puede obtener algo.

El niño creció. A veces dormía en el regazo del árbol, comía sus frutas y en ocasiones lucia una corona con las flores del árbol y actuaba como un rey de la jungla. Uno se vuelve como un rey dondequiera que haya flores de amor y uno se vuelve pobre y lleno de sufrimiento siempre que las espinas del ego estén presentes. Ver al niño danzando con una corona de flores, llenaba al árbol de emoción, de alegría. Asentía con amor, cantaba con la brisa… El niño creció aun más. Comenzó a trepar al árbol para balancearse en sus ramas. El árbol se sentía muy contento cuando el niño descansaba sobre sus ramas. El amor se siente feliz dándole comodidad a alguien; el ego se siente feliz incomodando a todo el mundo.

Con el paso del tiempo, el niño recibió el peso de nuevas tareas. También surgió la ambición; tuvo que pasar exámenes; tenía amigos con los cuales solía conversar y curiosear, por tanto, no venía con frecuencia. Pero el árbol le esperaba ansiosamente. Desde su alma le llamaba: “¡Ven, ven!, te estoy esperando”. El amor espera día y noche. Y el árbol esperaba. Se sentía triste cuando el niño no venia. El amor se siente triste cuando no puede compartir; el amor se siente triste cuando no puede dar. El amor se siente agradecido cuando puede compartir. El amor está contentísimo cuando puede entregarse totalmente.

A medida que crecía el niño visitaba cada vez menos al árbol. El hombre que se vuelve grande, cuyas ambiciones crecen, encuentra menos y menos tiempo para el amor. El muchacho se hallaba ahora absorto en los asuntos mundanos.

Un día, cuando el pasaba, el árbol le dijo: “te espero siempre pero no vienes. Te espero todos los días”.

El muchacho respondió: “¿Qué tienes ?¿Por qué debo venir? ?¿Tienes algún dinero? Ando en busca de dinero”. El ego siempre se halla motivado. El ego acudirá solo si con ello se cumple algún propósito. Pero el amor es inmotivado. El amor es su propia recompensa.

El árbol sorprendido dijo: “¿Vendrás únicamente si te doy algo?” Aquello que posee no es amor. El ego acumula, pero el amor da en forma incondicional. “No sufrimos esa enfermedad, y por eso estamos alegres”, dijo el árbol. “Los capullos florecen en nosotros, muchos frutos crecen en nosotros. Damos una sombra tranquilizadora, sedante. Danzamos con la brisa y cantamos canciones. Las aves inocentes saltan y trinan en nuestras ramas, aunque estemos sin dinero. El día en que nos involucremos con el dinero, tendremos que ir a los templos como tus hombres débiles hacen para aprender a obtener la paz, y para aprender a encontrar el amor. No, no tenemos ninguna necesidad de dinero”.

El muchacho dijo: “Entonces, ¿para qué tengo que visitarte?, iré donde haya dinero. Necesito dinero”.

El ego pide dinero porque necesita poder.

El árbol pensó unos instantes y dijo: “No vayas a ningún otro lado. Recoge mis frutos y véndelos. Obtendrás dinero con ello”.

El niño se entusiasmo, inmediatamente trepo y cogió todas las frutas. El árbol se sintió contento, aun cuando algunas ramas y varillas se rompieron, aun cuando cayeron algunas hojas al suelo. Hasta recibir heridas hace feliz al amor, pero aun obteniendo algo, el ego no está contento, el ego siempre desea más. El árbol no se dio cuenta de que el muchacho ni siquiera se volvió una vez a darle las gracias. La aceptación de su oferta de recoger y vender los frutos era suficiente agradecimiento para él.

Por mucho tiempo el muchacho no regreso. Ahora tenía dinero y estaba ocupado haciendo más dinero de ese dinero.

Había olvidado totalmente al árbol. Pasaron los años. El árbol estaba triste. Anhelaba el regreso del muchacho – como una madre cuyos pechos se hallan llenos de leche- pero su hijo se ha perdido. Todo su ser esta anhelando al niño, busca enloquecidamente al niño para que lo alivie. Tal era el grito interno de ese árbol. Todo su ser estaba en agonía.


Después de muchos años, el muchacho – que ahora era un hombre vino a ver al árbol.

El árbol dijo: “Ven, mi niñito. Ven, abrázame”.

El muchacho respondió: “Deja el sentimentalismo. Eso era cosa de la niñez. Ya no soy un niño”.

El ego toma el amor por locura. Una fantasía infantil. Pero el árbol lo invito: “Ven, balancéate sobre mis ramas. Danza. Juega conmigo”.

El hombre respondió: “Deja la charla inútil. Deseo construir una casa. ¿Puedes darme una casa?”

El árbol exclamó: “¿Una casa?..: Yo vivo sin una casa “.

Sólo los hombres viven en casas. Nadie más vive en casas, excepto el hombre. ¿Y te das cuenta del estado en que se encuentra debido a su confinamiento entre cuatro paredes?”

Cuanto más grandes son los edificios que construye, más pequeño se vuelve el hombre. “No vivimos en casas… pero puedes cortar y llevarte mis ramas, y con ellas podrás construir una casa”.

Sin perder tiempo, el hombre trajo un hacha y cortó todas las ramas del árbol. El árbol era ahora un mero tronco desnudo. Pero al árbol no le importan estas cosas – aun si sus miembros son cortados para los seres amados. El amor es dar; siempre está dispuesto a dar.

El hombre no se molestó siquiera  en agradecer al árbol. Construyó su casa… y los días se convirtieron en años.


El tronco esperó y esperó. Deseaba gritar, pero ni siquiera tenía ramas u hojas que le dieran fuerza. El viento soplaba, pero no podía entregar al viento ningún mensaje. Pero aun así, en su alma solo había una oración: “Ven, ven, querido. Ven”.  Pero nada ocurría.

El tiempo pasó, y el hombre era ahora un anciano. Una vez paso por allí y se detuvo junto al árbol.

El árbol pregunto: “¿Qué más puedo hacer por ti? Has venido después de mucho, mucho tiempo”.

El hombre dijo: ¿Qué más puedes hacer? Quiero viajar a países distantes para ganar dinero. ¡Necesito un bote para viajar!

Con alegría el árbol dijo: “Pero  eso no es un problema querido mío. Corta mi tronco y haz un bote con él. Estaré muy contento de ayudarte a que viajes a países lejanos a ganar dinero… Pero, por favor recuerda que siempre estaré esperando tu regreso”

El hombre trajo una sierra, cortó el árbol, fabricó un bote, y se fue. Ahora el árbol era una pequeña cepa.

Y  sigue esperando  a que su amado regrese. Espera, espera y espera.

El hombre nunca regresará; el ego solo va allí donde puede obtener algo, y ahora el árbol no tiene nada, no tiene nada absolutamente que ofrecer.

El ego no acude allí donde no puede lograr algún beneficio.

El ego es un eterno mendigo, siempre pidiendo, demandando algo. El amor es bondad. El amor es un rey. Un emperador. ¿Existe acaso un rey más grandioso que el amor?

Una noche yo me encontraba descansando cerca de esa cepa. La cepa susurro: “Ese amigo mío aun no regresa… Estoy muy preocupado; no sea que se haya ahogado, se haya perdido. Pudo haberse perdido en uno de esos países lejanos. Puede que ya no exista. ¡Cuánto deseo noticias suyas! A medida que me acerco al fin de mi vida, me sentiría satisfecho al menos con las noticias de su bienestar. Entonces podría morir contento. Pero él no vendría ni aunque lo llamase, porque ya no me queda nada que dar, y él sólo entiende el lenguaje de obtener y recibir…”

El ego solo comprende el lenguaje de obtener. El amor es el lenguaje de dar.

Si la vida pudiese ser como ese árbol, extendiendo ampliamente sus ramas, de modo que todos y cada uno pudiesen guarecerse bajo su sombra, entonces podríamos comprender lo que es el amor. No existen escrituras, mapas o diccionarios para el amor. Tampoco existe a su respecto un conjunto determinado de principios.

Yo estaba preguntándome acerca de lo que podría decir respecto al amor. Es difícil describirlo. El amor está simplemente presente. Probablemente puedes verlo en mis ojos, si vienes y los miras. Me pregunto si se le puede sentir como cuando mis brazos se extienden para abrazarte.
El amor.  ¿Qué es el amor? … Si no se le siente en mis ojos, en mis brazos, en mi silencio, nunca podrá ser entendido con mis palabras.


 Autor: Osho

viernes, 5 de febrero de 2016

EXPRESIONES DE LUZ


“En la riqueza y en la propiedad no hay ciertamente paz. ¿Qué da entonces la paz? Mi naturaleza verdadera es paz, conocimiento, conciencia divina; a menos que esto se comprenda y hasta que se comprenda, ¿cómo puede haber paz? Para encontrar tu Sí debes revelarte a ti mismo. ¡Qué hermoso!
Si uno se detiene en lo que se puede conseguir siguiendo una sola vía, el objetivo de la vida humana no se alcanzará. Lo que se requiere es una comprensión que desarraigue el conflicto y las divergencias de opinión, que sea completa y esté libre de antagonismo intrínseco. Si no es así, la experiencia interior será parcial e incompleta.” Anandamayi Ma

En la actualidad, en diferentes espacios del mundo convergen posiciones antagónicas marcadas, producto de esto se generan fricciones dando como resultado enfrentamientos o quizás imposición del más fuerte produciendo muertes a pueblos. En otros espacios, los desacuerdos producen efluvio, observas la ausencia del presente en la mayoría de las personas visualizando autómatas o estados alterados, surgiendo agresividad, indiferencia y aquel que origina una sonrisa producto de su equilibrio interior, rompe con esas corrientes.

En los primeros párrafos se encuentra el enunciado de un Ser que expresa con mucha sabiduría donde debe estar el verdadero enfoque y dibuja el objeto de tránsito  del Ser Humano y cómo puede completar de manera plena la experiencia interior. Me recuerda la filosofía búdica, “El camino del medio”.

Somos seres de pasiones producto de patrones, modelos o costumbres, los cuales,  no somos capaces de aceptar aquellos que manifiesten desacuerdo de los sistemas conocidos por nosotros, lo resumo en “resistencia a cambios” que rompa con lo característico o personal. Y mientras permanezcamos enfocados en la diferencia “la experiencia interior” será definitivamente parcial, y aunque creamos que estamos listo para experimentar otras esferas, lamentablemente nos auto engañamos.

Bien es fácil expresarlo, pero en la práctica no hacemos nada por ir hacia ese momentum evolutivo, dentro de mis investigaciones lo mejor es interiorizar para resolver las interrogantes…aparece la respuesta…”Cuando pronuncias el nombre del Señor, debes estar consciente de lo que estás diciendo”.

Cuando nos encontramos en oración, meditando, realizando japa, la distracción es un elemento fluctuante, la devoción y la concentración ausentes, lo mecánico aparece como forma inferior de adoración que es una ofensa a Dios. “Aquel cuya mente, estabilizada por el yoga, permanece con el pensamiento inamoviblemente fijo en Él alcanza ¡oh Arjuna!, al Supremo Señor Resplandeciente” Cap 8: 8.


Seguro si estás leyendo esto con atención, quizás dirás <ese no es mi caso, estoy elevado(a) y superé esta etapa, mi concentración es suficientemente buena> Dedicar tiempo a Dios es necesario, todos necesitamos recluirnos en el hospital espiritual, para curar heridas mentales. La soledad es el precio que debe pagarse por la grandeza. Seguro nos sorprenderemos de los beneficios físicos, mentales y espirituales que se derivan del recogimiento. Tiempo de quietud, no permitas caer en la quiebra, deposita en la cuenta de tu existencia, esa es la verdadera riqueza. Seamos seres de victoria con carácter sosegado, no autómatas nerviosos, victimas de excesos temperamentales. Nuestra existencia debe ser iluminada por la paz, del Sol benefactor de la sabiduría a través de los portales del silencio.

sábado, 23 de enero de 2016

EL NUEVO SER HUMANO


El Nuevo ser humano encontrará su religión en la

 naturaleza; no en las estatuas frías, sino en los árboles 

vivos que bailan al viento.

Encontrará su oración con las estrellas.
Dialogará con la existencia tal como es.

No vivirá con ideas abstractas.

Vivirá con realidades.

Su compromiso será con la naturaleza,

El Nuevo ser humano leerá la sagrada escritura de la 

naturaleza.
Tratará de descifrar los misterios de la vida, no tratará de 

desmitificar la vida.

Tratará de amar esos misterios, de penetrar en esos 

misterios.
Será un poeta, no será un filósofo.

Será un artista, no será un teólogo.
Su ciencia será para comprender la naturaleza, no para 

conquistar la naturaleza y la persuadirá para que le revele 

sus secretos.

El nuevo ser humano no romperá los 

ciclos naturales, los respetará 

haciéndose uno con la Tierra, el aire, el 
agua, el fuego.

Ese nuevo ser humano será amor porque ya habrá

 entendido

que somos una unidad que se dispersa en la tierra 

simplemente para amar, para medrar.
Fragmentos: Osho y Adri Luz, Preserve Planet.

NUEVA PUBLICACIÓN

UN CONTAMINANTE: EL RUIDO

El ruido, dentro de algunas definiciones, determina a todo sonido no deseado que altera el bienestar en el ser humano. En las ciudades muy p...