jueves, 28 de diciembre de 2017

NO ESTÁ AFUERA ESTÁ DENTRO



“No hay muchos caminos.

 Hay muchos nombres para

el mismo camino,

y este camino es

consciencia.”


El origen de algo que le sucede a alguien nunca está afuera, siempre está dentro del individuo. Y la sumatoria de esas causas internas, de los miles de millones de individuos que integramos la Humanidad,  está siendo ciertamente reflejada en el exterior, en este panorama mundial actual. Vivimos en el Gran Salón de los Espejos. Afuera vemos reflejado lo que llevamos dentro.

Por eso es tan importante aprender a percibirse  y desconcentrar el contenido o significado real de lo que proyectamos a través de la palabra -la expresión inteligible del pensamiento, el Verbo creador, y los hechos que son los que construyen. 

Establecer un estado de conciencia donde en estado de reposo se pueda observarse a si mismo como podemos observar a otra persona, a un paisaje o a un objeto, dándose cuenta que uno no es sus pensamientos, ni estos son la realidad, sino simplemente pensamientos que fluyen de manera continua y que el meditador observa como si fuera nubes que se desplazan por el cielo.  
 
La meditación nos permite descubrir a nuestro observador interior, esa parte de nuestro ser que toma conciencia de aquello que nos acontece diferenciando al sujeto de los contenidos u objetos de la mente, como pensamientos, sentimientos, recuerdos, imágenes.


La práctica asidua de esta observación  ayuda a mejorar considerablemente de estrés, la ansiedad o los estados de desánimo. Permite calmar la mente, y por tanto, no caer en la repetición de pensamientos negativos u obsesivos. Esta disciplina se denomina meditación.

“Buda dice que la mente es como un prestidigitador, como un ilusionista: crea enfermedades y puede crear curaciones. La mente crea toda clase de ilusiones: lo bello y lo feo, el éxito y el fracaso, la riqueza y la pobreza...la mente está creando continuamente. Y una vez se apodera de ti una idea, toda tu energía vital funciona de tal forma que hace que se vuelva realidad. Cada pensamiento se vuelve una cosa, y cada cosa al principio era sólo un pensamiento y nada más. Vives en una especie de hipnosis. Buda dice que tienes que despertar de ese estado hipnótico. El hombre tiene que ser deshipnotizado. El hombre tiene que ser consciente de que todo es mente: tanto el dolor como el placer, tanto el nacimiento como la muerte. Todo es mente. Y una vez eres totalmente consciente de ello el ilusionista desaparece... y lo que permanece es la verdad. Y esa verdad te libera...”  Osho, De la medicación a la meditación

Todos nosotros llegamos de vez en cuando a un punto en el que sentimos: “¡Basta ya!”. En estos momentos parece que tendríamos que hacer algo, cualquier cosa,  para zafarnos de las cargas y restricciones que nos limitan; si no lo hacemos, éstas pueden llegar a asfixiarnos y a bloquear nuestra propia energía vital. Si ahora mismo están sintiendo ese “¡basta ya!”, permítanse tomar el riesgo de romper los viejos moldes y limitaciones que han estado impidiendo que fluya la energía. Haciéndolo así, se quedarán sorprendidos de la vitalidad y poder que este “paso adelante” puede traer a sus vidas. Todo esta en nuestro interior.

“El amanecer no está lejos, pero antes de que puedas alcanzarlo tienes que atravesar la negra anoche; y ésta se hará aún más oscura a medida que aquél se acerque. El amanecer no está lejos, pero antes de que puedas alcanzarlo tienes que atravesar la negra anoche; y ésta se hará aún más oscura a medida que aquél se acerque.” Libro Camino al Zen
Los cambios sólo ocurriran en ti. Feliz comienzo de año 2018.!!!!

martes, 26 de diciembre de 2017

MENOS PALABRAS Y MÁS HECHOS




Busca, busca, busca. 
Siempre hay

algo nuevo y glorioso que descubrir.

La vida está llena de sorpresas

más maravillosas.

Libro: “Dios me habló”

Eileen Caddy
















Cada día las palabras van perdiendo impacto, pues la falta de coherencia entre lo que se dice y se hace es frecuente, en cada ámbito de vida podemos encontrarnos estos altibajos, esto hace que los mentores vayan desapareciendo.

Cuando algunos seres reflexivos, fuera de todo espacio contaminado por sistemas convencionales,  refieren a que las  grandes  alianzas humanas tienden ha desmostrar la inutilidad de las mismas y que las uniones se producirán desde otras  formas menos alienantes y coercitivas. 

Poco se comprende esta visión, cuando por muchos años se vive engañado, aturdido de información sin procesar, comprender, asimilar el entorno y sin ocasión de mirar opciones desde el ocio para elegir lo que realmente se ajusta a la plenitud del ser.

Son escasos por no decir casi nadie los que arropan con su luminiscencia, son aquellos que poseen las acciones precisas que mueven a desarrollar lo que esta dentro del otro, a que  los recuerdos se despierten para saborear el aprendizaje, sin prisa sin pausa pero con la libertad que la vida transcurre. 
El mundo convulsionado demuestra que las estructuras ya no funcionan, que las mentiras salen a flote, que la represión no es posible, que la saturación de las injusticias, la corrupción ética, moral, espiritual exige una transformación que lleve a generar estabilidad a las nuevas necesidades de la Humanidad.

Esta brotando un accionar más libre, aun poco visible, pero con resultados sólidos donde la coherencia, los hechos y las potencialidades para aquellos que observan, descubran el verdadero camino de vida más humana, amorosa y pacífica.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Un cuentito en Navidad




Época dedicada a los niños, donde la imaginación se recrea en personajes que alimentan la ilusión y sueños de esos pequeñitos que solicitan alegría y felicidad, los cuentos son parte de ello, en sus relatos fortalece la fe, demostrando de que todo es posible, en esta historia a continuación ocurre.

LA CARTA
Autor: SILVERA, José A.

-¡Vacaciones, Papi!, ¡vacaciones!, ya nos dieron las vacaciones en la escuela…y Papi escuchaba.

Si, era cierto. A sus hijos les habían dado las tan ansiadas vacaciones navideñas. Buenos estudiantes, buenas calificaciones, buenos hijos y buenos padres, pero pobres, no tanto como para ir pidiendo limosnas, pero si lo suficiente como para una vez más no poder complacerlos en sus peticiones que llegarían en la consabida carta.

-¡Vacaciones, Mami!, ¡vacaciones!

Era tal la alegría de los niños que no alcanzaban darse cuenta que mas que hablar, gritaban. La madre les dijo que estaba bien, que se calmasen y que por favor bajaran la voz pues alborotarían al vecindario. No era correcto que alguien les llamara la atención por escandalosos. Sus consejos fueron interrumpidos cuando la niña, más pequeña, exclamó:

-Ya sé, ahora le haré una carta al Niño Jesús…

-Yo también –dijo el hermanito-.

-No pediremos muchos, pues sabemos que el es pobre y tiene que ayudar a mucha gente. Eso dijo en la carta que nos dejó el año pasado cuando tampoco nos dio nada, pero como esta vez hemos sido más obedientes y mejores estudiantes tal vez nos complazca.

Petrica, que así se llama la niña, viendo a su hermanito Rafaelito dijo: ¿Y si hacemos una sola carta? ¿Y si le pedimos una sola cosa?

A lo que el niño con entonación entre picaresca y maliciosa comentó: -Si, tienes razón, no veremos más el de a los vecinos, ni fingiremos en la escuela haciendo creer que vemos algunos programas, o no tendremos que decir que la antena se cayó que se descompuso el aparato…

Mientras los niños hablaban no vieron al padre acercarse ni mucho menos pudieron entender la mirada llena de angustia que esta dirigió a su mujer. Y pasaron los días, llegó el 24 de diciembre, la carta enviada por los chicos ahora reposaba en el bolsillo del pantalón del jefe del hogar, quién una vez más la sacó y la leyó: ¨Queremos una sola cosa y es un televisor, somos buenos hijos, nos portamos bien, estudiamos bastante, yo saqué quince y Petrica diecinueve, mis notas no son tan buenas, pero te prometo querido Niño Jesús que seguiré mejorando. Las firmas identificaban a sus hijos.

¿Qué hacer? No podía complacerlos, sus recursos económicos no le alcanzaban para eso, hacerles otra carta como la del año anterior era frustrarlos, por ello trataría de convencer los hablándoles y diciéndoles que era difícil que el Niño Jesús trajera lo que querían. Guardó nuevamente la carta en el bolsillo trasero del pantalón. Con un caminar lento salió de la casa con destino al abasto donde eran ampliamente conocidos, compró algunos comestibles, cuando sacó el dinero para pagar no se dio cuenta que la carta se le había salido y estaba en el suelo. Con un andar cansino regresó al hogar.

Esa noche los muchachos, ilusionados, se acostaron mas temprano que nunca, desde la ventana de su cuarto, veían el cambiante y trémulo color de las estrellas, reían al observar que en sus titileos parecieran que les daban mensajes ratificándoles que tendrían el ansiado televisor… como lo tenían todos los otros niños de la cuadra y se quedaron dormidos.
Temprano, muy temprano se despertaron, sus miradas recorrieron el dormitorio y no vieron lo que querían, en puntillas con mucho cuidado fueron hasta la sala, allí sólo estaba su padre, sentado en su vieja silla con la mano tapándose el rostro, nada, no estaba lo que esperaban. El Niño Jesús no los había complacido, a menos que estuviese en el cuarto de mamá, abandonaron la cautela, corrieron hasta el otro dormitorio, abrieron la puerta y sentada sobre su cama la buena señora sollozaba, más ellos no lo notaron, sólo buscaban el televisor, que tampoco estaba ni en la cocina, ni en el comedor, ni en el baño y volvieron a la sala.

Al entrar, el padre que los esperaba con los ojos llenos de lagrimar les dijo: -Se lavan y se abrigan que vamos a dar un paseo. Salieron, las calles a esa hora, todavía silenciosas las caminaron y llegaron a un parque cercano. Los chicos extrañados veían a su padre que no hablaba pero con infinita ternura los acariciaba, hasta que se sentó en un banco el padre, cuando Rafaelito le preguntó:

-¿Por qué lloras, Papá? ¿Acaso perdiste algo muy querido? Tú nos has dicho que únicamente se llora cuando perdemos algo demasiado importante, cuando celebramos algo importantísimo en nuestras vidas o cuando nos duele mucho una parte de nuestro cuerpo, ¿te duele algo, Papá?

Y el padre respondió que su dolor no era físico sino nacido da la imposibilidad de satisfacer algunas cosas.

Petrica, que veía las hojas de las plantas, húmedas por el roció. Comentó:-Están como tú papi, tienen lágrimas. Quizás el Niño Jesús lloró anoche por no poder traernos el televisor, pero ya verás, en lo que haya sol se secarán y… bueno vale, no llores más, si es por eso. Seguiremos viendo algunos programas en las ventanas de los vecinos que no nos dicen nada, cuando queremos ver la tele.

Regresaron a la casa, cuando ya estaban cerca vieron cosas extrañas, la puerta de la casa  estaba abierta, un hombre estaba sobre el techo ¡Epa! ¡Parece que está poniendo una antena de televisión! Aceleraron el paso y al entrar vieron en un rincón de la sala, la pantalla iluminada de un pequeño televisor, mientras de la cocina salía la madre de los chicos acompañada de los vecinos y del portugués del abasto diciéndoles: -Feliz navidad.

Lector, verdad que sabes ¿porque?

Entonces, ¡Feliz Navidad!


jueves, 14 de diciembre de 2017

La creatividad en estas navidades



Cada año se plantea celebrar la Navidad, y se comienza por colocar adornos, montar el nacimiento y arbolito, para dar ambiente al hogar para nuestros seres queridos.

Toda la familia comienza a colaborar, una vez que se revisa con que se cuenta, se comienza el proceso creativo, veamos algunas de ellas sobre el nacimiento, el arbolito y los adornos, seguro nadie queda sin expresar esta hermosa celebración, existen tutoriales en canales de video que ayudan para adornar en estas navidades, veamos  



















¡No olvidemos nuestros adornos anteriores, sumemos a nuestra creatividad!


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UN CONTAMINANTE: EL RUIDO

El ruido, dentro de algunas definiciones, determina a todo sonido no deseado que altera el bienestar en el ser humano. En las ciudades muy p...