Uno
de los temas que más ha prevalecido en este blog es sobre reflexiones acerca de Humanidad,
la importancia de porque nos denominan seres humanos. Recordemos los conceptos
según diccionarios:
Humanos: Caritativo, solidario y bondadoso.
Se es
afortunado cuando logramos confraternidad sólida, duradera, a pesar de las
tormentas, altibajos o variaciones que se produzcan en el tiempo, y se
fortalece este nexo, cuando superamos las diferencias, cuando surge la
aceptación de visiones de vida, que recorren junto a la experiencia,
sosteniendo el respeto profundo por esa(s) persona(s) con la que nos
interrelacionamos.
Sin
embargo si hemos compartido, camaradería, afecto con compañeros de trabajo,
estudio, o amigos de juego en tu infancia, adolescencia y pasa
un período sin contacto. Más adelante el
destino te da la oportunidad de una coincidencia de confluencia, o cita con
esos amistades y en ella se visualiza o se intercambia las creencias, idearios,
opiniones, y se observan diferencias, lo primero que debe surgir es el respeto
y no el juicio.
Los
reencuentros nos dirán si realmente hubo
amistad verdadera y la capacidad de amor de los involucrados, las circunstancias pueden producir evolución,
sin embargo si tus afectos son tesoros siempre permanecerás leal a ellos.
A continuación una
leyenda Hindú:
EL ANCIANO Y EL NIÑO
Anónimo
Eran un anciano y un niño que
viajaban con un burro de pueblo en pueblo.
Llegaron a una aldea caminando junto
al asno y, al pasar por ella, un grupo de mozalbetes se rió de ellos, gritando:
-¡Miren qué par de tontos! Tienen un
burro y, en lugar de montarlo, van los dos andando a su lado. Por lo menos, el
viejo podría subirse al burro.
Entonces el anciano se subió al
burro y prosiguieron la marcha. Llegaron a otro pueblo y, al pasar por el
mismo, algunas personas se llenaron de indignación cuando vieron al viejo sobre
el burro y al niño caminando al lado. Dijeron:
-¡Parece mentira! ¡Qué desfachatez!
El viejo sentado en el burro y el pobre niño caminando.
Al salir del pueblo, el anciano y el
niño intercambiaron sus puestos.
Siguieron haciendo camino hasta
llegar a otra aldea. Cuando las gentes los vieron, exclamaron escandalizados:
-¡Esto es verdaderamente
intolerable! ¿Han visto algo semejante? El muchacho montado en el burro y el
pobre anciano caminando a su lado.
-¡Qué vergüenza!
Puestas así las cosas, el viejo y el
niño compartieron el burro. El fiel jumento llevaba ahora el cuerpo de ambos
sobre su lomo. Cruzaron junto a un grupo de campesinos y estos comenzaron a
vociferar:
-¡Sinvergüenzas! ¿Es que no tienen
corazón? ¡Van a reventar al pobre animal!
El anciano y el niño optaron por
cargar al burro sobre sus hombros. De este modo llegaron al siguiente pueblo.
La gente se apiñó alrededor de ellos. Entre las carcajadas, los pueblerinos se
mofaban gritando:
-Nunca hemos visto gente tan boba.
Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas. ¡Esto sí
que es bueno! ¡Qué par de tontos!
De repente, el burro se revolvió, se
precipitó en un barranco y murió.
Moraleja: No
se puede agradar a todo el mundo. Hagas lo que hagas, pienses lo que pienses,
digas lo que digas, siempre serás desacreditado(a). Es importante reflexionar y
realizar lo que dicte tu corazón sin influencia de lo externo, la experiencia
es tuya con tus ideas, relaciones, acciones, aprende ser tu mismo(a), seamos
más Humanos.