“No hay muchos
caminos.
Hay muchos nombres para
el mismo camino,
y este camino es
consciencia.”
El
origen de algo que le sucede a alguien nunca está afuera, siempre está dentro
del individuo. Y la sumatoria de esas causas internas, de los miles de millones
de individuos que integramos la Humanidad, está siendo ciertamente reflejada en el
exterior, en este panorama mundial actual. Vivimos en el Gran Salón de los
Espejos. Afuera vemos reflejado lo que llevamos dentro.
Por
eso es tan importante aprender a percibirse y desconcentrar el contenido o significado
real de lo que proyectamos a través de la palabra -la expresión inteligible del
pensamiento, el Verbo creador, y los hechos que son los que construyen.
La
meditación nos permite descubrir a nuestro observador interior, esa parte de
nuestro ser que toma conciencia de aquello que nos acontece diferenciando al
sujeto de los contenidos u objetos de la mente, como pensamientos, sentimientos,
recuerdos, imágenes.
La
práctica asidua de esta observación ayuda a mejorar considerablemente de estrés,
la ansiedad o los estados de desánimo. Permite calmar la mente, y por tanto, no
caer en la repetición de pensamientos negativos u obsesivos. Esta disciplina se
denomina meditación.
“Buda dice que la mente es como un
prestidigitador, como un ilusionista: crea enfermedades y puede crear
curaciones. La mente crea toda clase de ilusiones: lo bello y lo feo, el éxito
y el fracaso, la riqueza y la pobreza...la mente está creando continuamente. Y
una vez se apodera de ti una idea, toda tu energía vital funciona de tal forma
que hace que se vuelva realidad. Cada pensamiento se vuelve una cosa, y cada
cosa al principio era sólo un pensamiento y nada más. Vives en una especie de
hipnosis. Buda dice que tienes que despertar de ese estado hipnótico. El hombre
tiene que ser deshipnotizado. El hombre tiene que ser consciente de que todo es
mente: tanto el dolor como el placer, tanto el nacimiento como la muerte. Todo
es mente. Y una vez eres totalmente consciente de ello el ilusionista
desaparece... y lo que permanece es la verdad. Y esa verdad te libera...” Osho, De la medicación a la meditación
Todos nosotros llegamos de vez en cuando a un
punto en el que sentimos: “¡Basta ya!”. En estos momentos parece que tendríamos
que hacer algo, cualquier cosa, para
zafarnos de las cargas y restricciones que nos limitan; si no lo hacemos, éstas
pueden llegar a asfixiarnos y a bloquear nuestra propia energía vital. Si ahora
mismo están sintiendo ese “¡basta ya!”, permítanse tomar el riesgo de romper
los viejos moldes y limitaciones que han estado impidiendo que fluya la energía.
Haciéndolo así, se quedarán sorprendidos de la vitalidad y poder que este “paso
adelante” puede traer a sus vidas. Todo esta en nuestro interior.
“El amanecer no está lejos, pero antes
de que puedas alcanzarlo tienes que atravesar la negra anoche; y ésta se hará
aún más oscura a medida que aquél se acerque. El amanecer no está lejos, pero
antes de que puedas alcanzarlo tienes que atravesar la negra anoche; y ésta se
hará aún más oscura a medida que aquél se acerque.” Libro Camino al Zen
Los
cambios sólo ocurriran en ti. Feliz comienzo de año 2018.!!!!