Existen
infinidad de actividades producidos por seres diminutos, o de aspectos poco
agradables como el murciélago, que de manera silenciosa regalan y redundan en
esfuerzos positivos a los que les rodea.
Nuestra observación de la Naturaleza nos invita a comprender la plenitud
entrañable que ocurre, y también nos ayuda a que se comprenda cosas que en
palabras se dificulta trasmitir pues sólo la experiencia y la observación a esa
gran maestra que es la Naturaleza nos ayuda a comprender cosas tan maravillosas
como es el amor. En buena fortuna recibir beneficios de tan hermosos seres y
muchas veces la falta de consciencia, nos hace que uno de esos hermosos
animalitos esté en peligro de extinción.
Entremos
en tema, la polinización es fundamental para que las plantas en flor produzcan
cualquier tipo de semilla y de frutas. El intercambio de polen entre las
flores, tiene el objetivo de la reproducción, es un proceso fundamental para el
mantenimiento de la vida sobre la tierra.
Existe
una gran variedad de agentes, tales como insectos, aves, quirópteros, entre
ellos los himenópteros (abejorros, abejas y avispas), lepidópteros (mariposas y
polillas) y dípteros (moscas), así como colibríes, algunos murciélagos y en
casos raros algunos ratones o monos.
Hoy
nos centraremos en las abejas, que realizan este hermoso trabajo lleno de Amor,
como al inicio expresamos, para la reproducción vegetal se necesita el traslado
del polen desde las partes masculinas de una flor, hasta los estigmas, o sea,
sus partes femeninas, ya sea de la misma planta o de otras plantas que se
encuentren a cierta distancia las unas de las otras. Después de miles de años
de evolución y de adaptación a los ambientes, cada especie vegetal tiene
exigencias específicas para el transporte de su polen; muchas de las cuales dependen
de los insectos que lo trasladan de flor
en flor.
Tipos de abejas:
Abejas
sin aguijón: Las abejas sin aguijón son muy diversas en su comportamiento, pero
todas son altamente sociales. Practican el aprovisionamiento masivo,
arquitectura de nido compleja, y colonias perennes.
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Abeja Melífera |
Abejas
de miel: Las verdaderas abejas melíferas (género Apis) tienen, sin duda, el
comportamiento social más complejo entre las abejas. La abeja europea (u
occidental), Apis mellifera, es la especie de abeja más conocida y uno de los
insectos más conocidos. Sus alas aletean
a 11.000 veces por minuto, por lo que suenan como que están “zumbando”. Las
abejas sólo pueden picar una vez, porque sus aguijones y púas las desgarran
cuando tratan de escapar.
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Abejorro |
Abejorros:
Los abejorros (Bombus terrestres) son tipos de abejas eusociales, de una manera
muy similar a las avispas. La reina inicia un nido por su cuenta a diferencia
de las reinas de las abejas de la miel y las abejas sin aguijón, que comienzan
sus nidos a través de enjambres, en compañía de un grupo de trabajadores. Las
colonias de abejorros tienen típicamente de 50 a 200 abejas en su población
máxima. Los abejorros son uno de los polinizadores silvestres más importantes,
pero se han reducido significativamente en las últimas décadas. A diferencia de
las abejas, los abejorros pueden picar más de una vez, porque sus aguijones son
suaves y no quedan atrapados en la piel cuando se van volando.
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Abejas africanizadas |
Abeja
africanizada: Las abejas africanizadas, también llamadas abejas asesinas, son
una cepa híbrida de la Apis mellifera derivada de experimentos por cruzar las
abejas europeas y africanas. Varias reinas escaparon de los laboratorios donde
realizó el experimento Warwick Estevam Kerr, en América del Sur y se han
extendido por todo el continente americano. Las abejas de miel africanizadas
son más defensivas que las abejas europeas. Su veneno no es más peligroso que el de las
abejas regulares. Sus ataques son más perjudiciales, ya que tienden a atacar en
mayor número, lo que aumenta las probabilidades de tener una reacción alérgica
severa.
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Abeja solitaria |
Abejas
solitarias y comunales: La mayoría de las otras abejas, incluidas las especies
conocidas de abejas, como la abeja carpintero del Este, abejas cortadoras de
hojas de alfalfa, abeja albañil del huerto y la abeja cara de cuerno son
solitarias, en el sentido de que cada hembra es fértil, y por lo general habita
en un nido que construye por sí misma. No hay abejas obreras para estas
especies. Las abejas solitarias no suelen producir ni miel ni cera de abejas. Son
inmunes a los ácaros, pero tienen sus propios parásitos únicos, plagas y
enfermedades.
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Abeja Parásita |
Abejas
parásitas: Abejas parásitas, comúnmente llamadas “abejas cuco” debido a su
comportamiento similar a las aves cuco, se producen en varias familias de abejas,
aunque su nombre es técnicamente mejor aplicado a la subfamilia Nomadinae apid.
Las hembras de estas abejas carecen de estructuras que recoge el polen (scopa)
y no construyen sus propios nidos. Ellas suelen entrar en los nidos de las
especies que recogen el polen, y ponen sus huevos en las células aprovisionadas
por la abeja huésped. Cuando la larva de la abeja cuco eclosiona consume la
bola de polen de la larva huésped, y si la abeja parásito femenina no lo ha
hecho ya, mata y se come la larva huésped. En unos pocos casos, donde los
anfitriones son especies sociales, la abeja parásito permanece en el nido de
acogida y pone muchos huevos, a veces incluso mata a la reina anfitrión y la
substituye.
Abejas nocturnas: Cuatro familias de abejas
contienen algunas especies que son crepusculares, pueden ser tanto vespertinas como matinales. Estas abejas han
ampliado enormemente sus ojos, y son extremadamente sensibles a la luz y la
oscuridad, aunque son incapaces de formar imágenes. Muchos son polinizadores de
flores crepusculares, como las onagras, y algunos viven en hábitats desérticos,
donde las temperaturas diurnas son extremadamente altas.
De esta variedad de abejas, una de las más
efectivas en su labor de polinizar son las abejas melíferas, son insectos altamente
eficaces:
1.- Tienen
el cuerpo cubierto de pelos que recogen fácilmente miles de gránulos de polen
cuando se mueven al interno de las flores;
2.- Visitan
solamente una especie de flor durante cada uno de sus viajes;
3.- Cada
abeja recoge la cantidad suficiente de polen para su propio alimento y también
para las necesidades de la colonia. En una sola jornada una abeja puede visitar
miles de flores de una misma especie, recogiendo el néctar y el polen y
esparciendo interminablemente los gránulos de polen por todas las flores.
Además
de las abejas melíferas que viven en la selva o en las colmenas bajo la
atención de los apicultores, muchas especies de abejas e insectos polinizadores
que viven en la naturaleza son de crucial importancia para la polinización. Sin
embargo y por diversas razones, existe disminución de la cantidad de insectos
polinizadores. La amenaza más importante proviene del uso de insecticidas.
Los
herbicidas, la pastura en gran escala o la tala de la vegetación al borde de
los caminos de penetración y otros tipos de destrucción de plantas en flor,
eliminan las fuentes de abastecimiento alimenticio de los insectos
polinizadores. Las prácticas de cultivos intensivos de la tierra y la
destrucción de las empalizadas, de los montículos de tierra y del terreno
agreste, destruyen ulteriormente el hábitat donde las abejas construyen sus
panales y respectivos nidos de hibernación.
Es
de interés general mantener grandes poblaciones de abejas y demás insectos
polinizadores. En otras palabras, es una ventaja fundamental la sensibilización
sobre el valor de la polinización por insectos y la eliminación del uso
innecesario de pesticidas, al igual que el incremento de arbustos y árboles de
néctar en los proyectos de reforestación para garantizar una fuente de alimento
a los insectos polinizadores.
Los
agricultores y algunos aldeanos pueden contribuir a la protección de las abejas
melíferas y de su hábitat. Algunos consejos:
1.-Seleccionar y utilizar los pesticidas con sumo cuidado;
la destrucción de los insectos polinizadores naturales comporta el riesgo de
una disminución en la productividad futura; si es posible no utilizar
pesticida.
2.-Nunca
utilizar insecticidas cuando las flores estén abiertas; los insectos se posan
en las plantas florecidas y son envenenados por estos productos químicos. Si es
indispensable el uso de un pesticida, se recomienda su aplicación cuando las
flores estén cerradas;
3.-Dejen
que las plantas silvestres florezcan en las zonas campestres, rústicas, porque
contribuyen a la alimentación de los insectos en busca de suministro;
4.-Ayuden
a volver el hábitat más aceptable para la construcción de nidos y la
hibernación de los insectos polinizadores.
La
contribución que las abejas realizan se manifiesta como una interacción entre
el reino vegetal y animal verdaderamente admirable, el vegetal procura el
sustento de las cultivos y estas por el solo hecho de recogerlo ayudan a la
planta a tan importante función, calculándose que un gran porcentaje de las siembras
y también de vegetación silvestre esta directamente beneficiada, la
supervivencia de numerosas especies de plantas depende en gran medida de la
polinización de los insectos en general y de las abejas en particular.
Definitivamente
este trabajo que ejercen las abejas y otros insectos demuestra la sublimidad del
amor vívido en la Naturaleza. Reflexiones que se imprimen en la Grandeza de la
expresión del Amor.
Para finalizar dejo reflexiones filosóficas de
grandes Maestros espirituales que nutren este inmenso regalo que con sencillez
y múltiples beneficios nos regalan a través del Medio ambiente.
“El amor no es una transacción de negocios, así que no
hay preocupaciones de pérdidas o ganancias. El amor disfruta de dar, de la
misma forma que las flores disfrutan de ofrecer su fragancia.” Osho
Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una
canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego,
muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y
no esperes a ver cuánto puedes conseguir. Osho
«El que no sirve para servir, no sirve para vivir». Madre
Teresa
¡Oh, Amor!, veo tu resplandeciente rostro en las gemas.
Contemplo tu tímido rubor en las flores. Estoy arrobado, porque te escucho en
el canto de las aves. Y sueño en éxtasis cuando mi corazón te abraza en todos
los corazones. ¡Oh, Amor!, te percibo en todas las cosas- sólo un poco y
durante un tiempo-, pero en la Omnipresencia te atrapo por completo y
eternamente, y me regocijo en tu dicha por siempre jamás. Paramahansa Yoganada